Las tuberías de conducción de agua (ya sea agua potable como agua residual) pueden sufrir un deterioro en su servicio, que haga que sus capacidades de transporte hidráulico disminuyan.
Es por ello necesario, en la gestión de las redes de conducción de agua, establecer una estrategia para su mantenimiento, que contrarreste el deterioro producido por el uso en el tiempo.
La implantación de unos planes de mantenimiento de las tuberías debe recoger aquellas operaciones habituales, y por tanto periódicas, que se realizan con vistas a retardar o corregir el deterioro de las redes.
Mantenimiento preventivo
Este mantenimiento se refiere a las acciones de inspección y seguimiento de los elementos de las redes para tratar de evitar que se produzca su fallo. El mantenimiento preventivo está programado. El tiempo que el elemento no está en uso es el dedicado exclusivamente a la operación propiamente dicha. Por esta razón, el tiempo de mantenimiento preventivo es siempre inferior al tiempo de mantenimiento correctivo.
Mantenimiento correctivo
Este es un mantenimiento de reparación que se realiza después de un fallo o rotura en el sistema, no es programado previamente y es requerido por una determinada avería (por ejemplo: aparición de una fuga de agua).
• Tiempo transcurrido desde que se produce la avería hasta que se detecta, o tiempo de respuesta.
• Tiempo necesario para contar con quien efectúa la reparación (disponibilidad del personal técnico encargado de la reparación).
• Tiempo que transcurre hasta disponer de los recambios necesarios para reparar el fallo.
• Tiempo necesario para subsanar la avería.
• Tiempo necesario para la nueva puesta en servicio de la red (limpieza, desinfección,...).
Reparación
Algunas de las razones principales de las causas que originan las fugas en los sistemas de distribución de agua son: una incorrecta elección de los materiales de la red, una deficiente instalación y asentamiento de las tuberías, corrosión, deficiencias en valvulería, sobrepresiones, actuaciones externas,...
En estos casos, en los que el daño ocasionado en la tubería es pequeño (por ejemplo, un picotazo de un compresor o máquina, un agujero o una pequeña fisura), éste se puede reparar con una pieza de reparación mecánica apropiada para la dimensión de la avería y la presión nominal de la tubería instalada.
Si la avería producida es de una dimensión importante, la reparación de ésta se realizará mediante la sustitución del tramo de tubería afectado. Se seccionará el trozo de canalización dañado y se sustituirá por un trozo nuevo de tubo (cilindro o carrete) del mismo material preferiblemente.
Rehabilitación
Con la rehabilitación de tuberías se pretende restaurar la capacidad hidráulica de una tubería que ha sido afectada negativamente por corrosión interior, aumento de la rugosidad, disminución de diámetro, filtraciones,..., extendiendo así su vida útil. Si no se corrigiera esta situación se llegarían a producir filtraciones mayores y fallos que pueden llevar a la suspensión del servicio y reparaciones costosas.
Renovación
En los casos en los que la red esté seriamente dañada, es recomendable la renovación de la red para evitar los innumerables fallos y roturas producidos, los costes derivados de su reparación y las molestias para los vecinos de las zonas afectadas. Además, en muchos casos, la antigüedad de las redes hace aconsejable también su renovación y sustitución.
Las pérdidas de agua en las redes causan costes elevados, bien por costes directos de “producción” de agua (p.ej. potabilización, transporte, distribución,...), bien por costes medioambientales (contaminación, escasez de recursos, problemas de salud,...). Esta situación se agrava con el crecimiento de la demanda y el cambio climático.
Instalación
Por tanto, llegado el momento del arreglo de la tubería habitualmente se actúa abriendo zanjas desde donde está el síntoma hasta donde está el problema, una vez localizada, cambiar el tramo afectado para posteriormente cerrar zanjas y volver a pavimentar . Esto conlleva un gasto económico, de tiempo y molestias, que dependiendo de los casos, se pueden evitar con el siguiente procedimiento:
• 1º: En el interior de la tubería afectada, actuación robotizada, monitorizada desde el exterior desde un puesto de trabajo que puede estar en un vehículo o en la propia vía con una reducida ocupación de espacio.
• 2º: Reparación robotizada sin molestias ni zanjas.
• Conclusión: Reparación rápida, eficiente y sin molestias.